El Espíritu del Cerro Aypateç
Una vez llegó al cerro de Aypate una comitiva de gente. Así el cerro escogió en la comitiva a una jovencita de 18 años. Allí encontró una mano de batán. De oro puro. La muchacha regresó sin decir nada. Pero pocos días después se volvió loca y se fue al cerro. Se fueron a buscarla los parientes, pero no dieron con ella. La encontraron, en fin, que estaba casi desnuda, como fiera. Y así debía de ser porque el Cerro la había escogido. Llamaron a un “maestro” para que hablara con Aypate y le hiciera devolver la razón a aquella pobrecita .
Era un maestro muy conocido el que vino con Aypate, y el cerro le dijo que para devolver la sombre a la muchacha era preciso pagar con un cuy de siete colores. Con ese cuy que le pagaron al Cerro se pudo deshacer el encanto y devolver la razón a la joven. Para que el Cerro hable hay que hacer mesada con un maestro buenazo que sepa preparar San Pedro de siete hilos que es el mejor. Hay que extraer la mesa y que haya hombres machos que tomen San Pedro. Y es preciso que sean fuertes porque de repente se encuentran con el “Cholo Viejo” (El Inca o el poder personificado del Cerro) que ataca y entonces hay que agarrarlo. Si uno no está fuerte y lo atacan se vuelve loco y puede morirse pues el cholo le saca la sombra.
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